Testimonio Medio Menor





Primero que todo agradecer la instancia para contar nuestro testimonio como papas de Nicolás y Daniela, ambos de Nivel Medio Menor.


Ser papá no es fácil, más aún cuando uno ha estado solo con su pareja bastante tiempo, en un mundo de adultos, y se embarca en la aventura de ser papá pensando que uno más llega a completar la felicidad, y la sorpresa es que llegan dos…Más aun cuando en la familia de ambos, estábamos acostumbrados a los hijos únicos.


Ha sido una experiencia maravillosa, agradecida siempre de los apoyos de la abuela y de nuestra nana, que nos acompañan en todas, pero sin duda el apoyo que nos ha otorgado Big House en la crianza y formación de nuestros niños ha sido fundamental.


Comentar que cando empezamos a buscar Jardín, pasamos por 7 recintos antes de llegar a Big House, al que solo conocíamos de referencia por vivir cerca, fue una búsqueda que hicimos solos porque no teníamos recomendaciones de nadie. En los 7 anteriores, entraba y algo me decía que no era para nuestros niños y al entablar la primera conversación me daba cuenta de que no estaba equivocada.


Acá fue completamente diferente, primero pasé por fuera a preguntar, y lo que me pareció maravilloso y que me dio confianza era que vi a los niños por fuera jugar en el jardín felices e integrados y a todas las tías pendientes, más maravilloso o aun cuando me atendieron por la reja, cumpliendo todos las medidas de seguridad que uno espera. Llegué a mi casa y mandé un mail, recibí la respuesta de Miriam en forma casi inmediata y me encantó, de partida porque me sentí súper acogida y había empatía por la situación en la que me encontraba con dos guaguas de 5 meses, con la alta exigencia que ello implica.


Cuando le comenté a mi marido que habiendo ya hecho el filtro previo, y que Big House era el único que por el momento me interesaba para que él fuera a la entrevista conmigo, ambos nos dimos cuenta que no nos equivocamos porque a los dos nos dio confianza, y nos encantó, sentimos sintonía permanente y sentimos la confianza que implica dejar a nuestros niños ahí.


Volví a trabajar cuando ellos tenían 8 meses y medio, habiendo ingresado ellos al Jardín una semana antes ya adaptados sin problemas. La mejor muestra de haber elegido bien, es que lo que uno siente como mamá, que es la tranquilidad al verlos llegar felices y que se van felices a su Jardín, más que cualquier otra cosa, así que muchas gracias por todo y felices esperamos seguir acá los dos años que nos quedan.